¿QUÉ LE HABRÍA DICHO MARÍA LUISA ELÍO A LAURA MULVEY SOBRE EL CONTRA-CINE?
La adaptación masculina del guión fílmico y biográfico de María Luisa Elío en En el balcón vacío a la luz de la teoría fílmica feminista.
Este ensayo busca indagar en la adaptación que Jomi García Ascot llevó a cabo del guión de María Luisa Elío a la luz de la teoría fílmica feminista. En otro orden de palabras, busca analizar qué supone y cómo se estructura y construye, desde una mirada feminista, una película que cuenta la vida de una mujer que se representa a sí misma en la película, en la que ella ha realizado el guión y puesto la voz en off, pero que a su vez, la película ha sido dirigida y reconocida, por su, en aquel entonces, marido, Jomi García Ascot. Por lo tanto, se llevará a cabo un análisis feminista de En el balcón vacío (1961) teniendo presente la teoría fílmica feminista, en general y las ideas de Laura Mulvey, en concreto. En este análisis se tendrán en cuenta dos ideas principales: los estereotipos de género y el punto de vista de él –director- y de ella –activa y pasiva- o como Mulvey llama "la mujer como imagen, el hombre como portador de la mirada” (Mulvey, 1988:370).
Primer acercamiento y contexto: En el balcón vacío (1961)
Tras la visualización de la película En el balcón vacío (1961) me he tomado la licencia de imaginar una conversación entre María Luisa Elío y Laura Mulvey en torno a la representación de Elío, la teoría fílmica y el contra-cine. En el balcón vacío (1961) es una película dirigida por Jomi García Ascot, de hecho, es la primera película hecha por exiliados en el exilio, ya que Elío y Ascot fueron exiliados republicanos tras la guerra civil española en México. María Luisa Elío realizó el guión de la película, pensado e inspirado en su propia experiencia, pues la película ilustra su vida. Elío, además, se representa a sí misma y la voz en off, muy presente a lo largo de la película, es de la propia Elío.
Como Santos Zunzunegi indica Elío y Ascot fueron “coetáneos del movimiento de los “nuevos cines” que sacudía la cinematografía mundial y entre los que se contaban la Nouvelle Vague francesa, el Free Cinema inglés, el Cinema Novo brasileño o el Nuevo Cine cubano" (Zunzunegi, 2020). La película gira en torno a Gabriela, una niña que debe marcharse de su ciudad natal, Pamplona, con su madre y su hermana al inicio de la guerra civil española. El personaje de Gabriela será el alter ego de Elío. La película se divide en dos partes principalmente: la infancia de Gabriela, interpretado por Nuri Pereña, por un lado, y su adultez, por otro, esta segunda parte está interpretada por la propia Elío, que se representa a sí misma.
La voz en off tienen una gran presencia a lo largo de toda la película que puede dividirse en cuatro partes: La niñez en Pamplona (00:00 - 20:13); el exilio (20:14 - 36:44), la adultez en México (36:45 - 46:40), y finalmente, el regreso a Pamplona (46:40- 52:48). La voz en off tiene gran presencia en cada una de estas partes ya que la abre o la cierra, pudiendo aparecer las dos veces. La película en su conjunto comienza y termina con la voz en off de Elío. Esto es muy importante para comprender la densidad del film. Comienzo: minuto 01:17. “En aquellos días en los que ocurrió aún era yo muy niña, qué diera yo por ser tan niña ahora, si es que acaso lo he dejado de ser”. Final: minuto 51:06. “No me dejéis aquí en el balcón, no me dejéis sola, por favor, venid a jugar conmigo, que nos habrán separado y será demasiado tarde. Venid a jugar conmigo. Ayudadme, ayudadme. Por favor. Ayudadme. Por favor. ¿Por qué he crecido tanto? ¿Cuándo he crecido tanto?, ¿cuándo?”.
Estructura fílmica
Contextualizada la cuna de la película y la película misma, conviene comenzar a acercarse a la teoría fílmica feminista que pretende guiar este ensayo. Para ello, cogeré de referencia algunas citas de Laura Mulvey en Placer visual y cine narrativo (1988) y se ira desgranando así la estructura del film.
“El cine alternativo proporciona espacio para el nacimiento de un cine que sea radical tanto en un sentido político como estético y que desafíe las asunciones básicas del cine mayoritario. (…) Subrayar que el cine alternativo debe empezar específicamente reaccionando contra estas obsesiones y asunciones. Un cine de vanguardia política y estética es posible ahora, pero solo puede existir como contrapunto” (Mulvey, 1988:366). Esta cita es interesante para comenzar a reflexionar en torno a qué tipo de película es. En el balcón vacío forma parte del llamado cine alternativo y que además se llevó a cabo con un presupuesto muy bajo, las ideas políticas se muestran activamente en la película. Podría decirse que es una película político, pero muy poética también. La gran sensibilidad de Elío queda muy presente.
La película coloca a Gabriela como personaje principal, no habrá muchos personajes, ya que la mayoría aparecerán unos minutos y no se volverá a saber nada de ellos, ya que el film está muy centrado en los pensamientos y sentimientos de Gabriela. No obstante, en toda la primera parte, en la referida a la niñez de Gabriela, su madre y su hermana aparecen constantemente, sin embargo, apenas llegamos a saber nada de ellas, ambas se representan como personajes pasivos, y en el peor de los casos, estereotipados.
Estereotipos de género
Las mujeres
Gabriela. El personaje de Gabriela es el personaje mejor construido de toda la película, el más completo y complejo. Parece que es un personaje en el que Elío, como guionista, trabajó mucho. Muestra diferentes sentimientos, diferentes procesos, habla desde el interior, piensa y actúa, muestra claroscuros. Tiene gran profundidad, busca en su interior en lo que siente. Se aprecia que Elío conoce a su personaje ya que este está lleno de matices. La voz en off de la película, además, da sentido y hace más activo el personaje. No es ni plano ni vacío, y tampoco es pasivo, aunque, tal vez, sí muy lineal. Gabriela está absorta en una terrible tristeza. El peso de la memoria recae sobre ella, y su personaje carga con ello. No obstante, eso se transmite y dota de sentido al personaje.
Su madre y su hermana. Por un lado, aparecen a lo largo de la película, sin embargo, no son personajes en los que el film profundiza, son realmente pasivos, ya que simplemente acompañan a Gabriela en su viaje vital. Por otro lado, la madre llora la muerte del padre, y en ese momento se muestra como esa madre y mujer entregada, esa extensión de su marido, esa soy algo de alguien, no alguien en sí misma.
Vecina. Al principio de la película se observa a una mujer mayor que grita a los policías dónde está escondido el hombre que buscan. Una representación estereotípica de la mujer alcahueta, de la muy bien conocida por José Mota “la vieja del visillo”, la oportunamente llamada “chivata del balcón”. Representa la idea de esa mujer, ama de casa probablemente, que aun teniendo tantos quehaceres, se pasa el día en el balcón, cotilleando y, además, señalando.
Mujeres que hablan en la estación. Cuando Gabriela, su madre y su hermana esperan el tren para marchar al exilio aparecen dos mujeres hablando de los horrores de la guerra. Sin embargo, representadas, nuevamente, desde el estereotipo. Una de ellas tiene a una niña en las manos y ambas están vestidas de luto y con mantilla. No hablan como personajes activos en la guerra, ni como personajes que muestran un ideario o una ideología al respecto. No, sencillamente aparecen como dos mujeres hablando y cotilleando, desde el morbo y desde el chisme las desgracias de la guerra.
Los hombres
Los hombres que aparecen, que casualmente, no tienen relación directa -emocional, familiar- con Elío y aparecen muy pocas veces representan a un tipo de hombre, a una idea de masculinidad activa, hombre grande, importante, incluso mártir, pero todos ellos, todos lo que marcan un antes y un después en la película son hombres.
Padre de Gabriela. El primero de todos es el padre de Gabriela, solamente se le ve al comienzo de la película ya que se ve obligado a huir y esconderse por miedo a que lo fusilen. Sobreentendemos así que este personaje representaba a un hombre culto, inteligente, leído, que sabía de política y que vela por el cuidado de su familia.
El que huye de la policía y la policía. El segundo es el hombre que huye de la policía y se esconde en una ventana, el hombre que a los ojos de Gabriela dará comienzo a la guerra y que este, además, será denunciado a la policía por una mujer, una vecina. Este personaje, así como el padre de Gabriela, es un mártir, ese hombre que escapa y huye de la policía, que tiene claras sus ideas y no se rinde.
Hombre que busca a su padre. Es un hombre que aborda a Gabriela en el parque y pregunta por su padre, este personaje intenta engañar a Gabriela para sacarle información sobre su padre. De este modo, representa a un hombre importante, fuerte, misterioso, seguro de sí mismo. Un hombre que domina y controla el espacio público. Un hombre con las ideas claras, que claramente muestra autoridad, e incluso dominación.
El rojo. Este personaje inspira mucha ternura y empatía en Gabriela ya que le recuerda a su padre. Solo se le ve entre los barrotes, dentro de un habitación, unos niños lo llaman rojo y a los días, acaba por desaparecer. Este personaje, que se muestra desde el honor, desde el homenaje a todos los que pensaban diferente, un personaje representado desde el cariño, prácticamente un héroe que nos lleva a todo un imaginario concreto protagonizado por hombres.
El maqui. Apenas habla, simplemente saluda y da los buenos días, pero no hace falta decir más. Este personaje representa a aquellas personas que lucharon contra el franquismo y ayudaron a cruzar la frontera. Es mensaje estereotipa es claro: El movimiento guerrillero tiene cara de hombre.
Concluyendo, en general, y a excepción del personaje de Gabriela, la mayoría son relativamente planos y no sufren un arco de transformación. Sin embargo, es muy interesante analizar que, aunque sean lineales, la idea de ellos que emanan o en otras palabras, el estereotipo que muestran, en el caso de los hombres está relacionado con ideas activas, con personajes redondos, con trasfondo que se ligan perfectamente al ideario en torno a los personajes masculinos en el cine, y por consecuencia, al pensamiento patriarcal que se genera en torno a la idea de hombre y masculinidad.
Por concluir este análisis de personaje cito a Mulvey cuando dice que “la mujer permanece, entonces, en la cultura patriarcal como significante para el otro del macho, prisionera de un orden simbólico en el que el hombre puede vivir sus fantasías y obsesiones a través del mandato lingüístico imponiéndolo sobre la imagen silenciosa de la mujer vinculada permanentemente a su lugar como portadora del sentido, no como constructora del mismo” (Mulvey, 1988:366).
El punto de vista de él y de ella o como Mulvey llama "la mujer como imagen, el hombre como portador de la mirada”
En el balcón vacío (1961) es una película muy interesante para analizar en torno al punto de vista puesto que plantea primero definir qué es el punto de vista y quién lo ejercer. En un primer momento cabe pensar que el punto de vista hacer referencia al punto de vista del director, en este caso, de Jomi García Ascot. Sin embargo, si pensamos en la concepción de punto de vista, y pensamos concretamente en el punto de vista de la película, nos llevaría a pensar que el punto de vista, en este caso, entonces, corresponde a Elío. Esta razón, sin embargo, se debe a varios motivos.
Punto de vista de Elío
El guión gira en torno a la vida de Elío, y está escrito y pensado por ella misma, ya que este guión sería la base para los dos libros que publicaría más adelante. De esta forma existe un fuerte punto de vista que corresponde, efectivamente, a Elío. Querría hacer un símil sobre la importancia de las canciones en Margarita y el lobo (1969) de Cecilia Bartolomé y la voz en off de Elío en En el balcón vacío (1961). García Sahagún señala acertadamente que “en primer lugar, las letras, tanto las escritas estrictamente para la película como las modificadas para el mediometraje, manifiestan los sentimientos de los protagonistas de una manera directa y clara. El hecho de que el discurso se interprete musicalmente a través de las mismas voces de los protagonistas, además, provoca un nexo entre mensaje y personaje muy concreto que incide en el significado de este, reforzándolo (García Sahagún, 2016:79)”. Lo mismo ocurre con la voz de Elío, el hecho de que la voz en off este realizada y reproducida por ella misma y hable, además, de ella misma, y en especial cuando, aquella que vemos en la película es la propia Elío representándose a sí misma, esa voz y la conceptualización que existe a su alrededor aumenta y le dota profundidad y sentido. Es decir, uniéndolo, además, con el punto de vista, refuerza, o al menos, limita la posibilidad de pensar que Elío no está presente en él.
Punto de vista de Ascot
El punto de vista de Ascot, por su parte, se vislumbra en otros aspectos de la película, como es en la selección de los planos y en reforzar la idea del exilio, que está presente en su obra. Ascot ha realizado el guión de Elío, sin embargo, la presencia en la película de Elío es lo suficientemente grande como para sacarla del margen. Elío está activa, y esto puede apreciarse, tanto detrás de la cámara como delante. Existe y está patente, no buscando desdibujar la mirada de Ascot, sino poniéndola junto aquella que también le corresponde.
Hilo y concluyo esta idea con una cita de Mulvey cuando argumenta y, refuerza así la idea planteada que “las mujeres han sido excluidas de la participación cultural, se les ha robado su imagen y se ha explotado sus cuerpos. Finalmente, se ha producido una importante reactivación del interés en las artes menores y en los oficios, donde, según les asignaba la división del trabajo, la mujeres “hilaban” su tarea cotidiana, y se ha llamado igualmente la atención sobre el modo en que las mujeres han trabajado juntas, sin reclamar autoría o genialidad. (…). Hay que diferenciar entre el interés en las tradiciones de las mujeres –los logros individuales o colectivos que las mujeres pueden considerar como propios, a pesar del ambiente hostil– y la creencia en una sensibilidad femenina, vinculada a lo doméstico y liberada únicamente cuando el arte recibe una orientación similar (Mulvey, 2014:2)”. Señalo y puntualizado la idea de Mulvey “sin reclamar autoria o genialidad”.
¿Qué le habría dicho María Luisa Elío a Laura Mulvey sobre el contra-cine?
Para finalizar, querría puntualizar la idea sutilmente planteada en este ensayo. La que genera el interés en esa supuesta conversación entre Elío y Mulvey. ¿Cuál es el lugar de Elío en esta película? Pensándola desde dentro de la película, es decir, como mujer observada, y desde fuera de la película, es decir, como realizadora, como cineasta. Para responder a la primera forma, a mujer observada, señalaría que, justamente, su personaje, es el que más se aleja de los estereotipos de género femeninos. Gabriela siente alegría, pena, miedo, frustración, pérdida, reflexiona, y esto es importante, pues no se muestra como alguien que solo siente, es más activa, aunque en general en el film no hay un arco de transformación dominante. No obstante, Gabriela piensa y actúa respecto a ello, reflexiona, es un personaje tiene ideales. No se deja hacer, hace, y eso la coloca en una posición activa. Aunque me gustaría señalar que, no encuentro en este indicios de casualidad, sino que el hecho de el personaje sea activo se debe a que la propia Elío se inspiró en ella misma, es decir, plasmó su punto de vista y en ese punto de vista, en esa manera de mirar se observa que efectivamente, las mujeres son personas activas, y por ende, les corresponden personajes activos.
Respondiendo a la segunda forma, teniendo en cuenta lo mencionado arriba, no creo que pueda desdibujarse la figura de Elío de la realización de la película, como tampoco podría llevarse al margen o clasificarla, única y exclusivamente, en el guión. En el balcón vacío (1961), toda la película, desde la estructura hasta el contenido, y por supuesto, la propia realización no puede entenderse sin la influencia de Elío, y sin su evidente presencia.
Tal vez, si el cine no estuviese construido sobre estructuras puramente patriarcales que desdibujan la imagen de las mujeres como personajes activos, fuera y dentro del cine, si la historia del cine no las relegase constantemente al margen, si sus voces fuesen escuchadas, y las propias construcciones no llevasen a una gran parte de las directoras al anonimato, podría comprenderse que la importancia o no de su figura como realizadora sería más o menos relevante, no obstante, con todas estas premisas, con las variables ahora mismo citadas, es difícil, y realizando este análisis con una mirada crítica feminista, resulta, muy difícil creer que el punto de vista y la realización María Luisa Elío no fue mayor.
Bibliografía
GARCÍA SAHAGÚN, Marta (2016). "La música como reivindicación de género en "Margarita y el lobo" de Cecilia Bartolomé", ÁREA ABIERTA. Volumen 16, nº 2. Julio 2016
Mulvey, Laura. "Cine, feminismo y vanguardia". Yourkali, Arte(s)-Feminismo(s), no. 11 (Julio de 2014).
Mulvey, Laura. “Afterthoughts on visual pleasure and narrative cinema”. Visual and Other Pleasures. Londres: Palgrave Macmillan, 1981.
Mulvey, Laura. “Placer Visual y cine narrativo”. Traducido por Santos Zunzunegi. Screen (1975).